En pleno corazón de la isla de Sri Lanka, descansa la legendaria Roca del León, un montículo rocoso que se levanta imponente entre la frondosa vegetación de la localidad de Sigiriya y que esconde en su cumbre las ruinas de lo que fue un imponente palacio rodeado de bellos jardines.
Sigiriya forma parte del conocido Triángulo de Cultural de Sri Lanka, una agrupación de diversos lugares que son importantes por la historia y la cultura que se encuentra en ellos. Estos destinos son un buen punto de partida para conocer la enigmática isla y en este post queremos que conozcas un poco más sobre la Roca del León de Sigiriya, una parada imprescindible en el mapa de todo aventurero por Sri Lanka.
Distintos inquilinos
Una evidencia de este lugar es su posición estratégica privilegiada gracias a un gran montículo rocoso creado por la naturaleza que se eleva entre los bosques proporcionando un punto aislado y exclusivo en las alturas.
Algunas hipótesis apuntan a que este gran montículo acogió diversos asentamientos durante la prehistoria y épocas posteriores. Lo que sí se sabe con seguridad es que su cumbre fue el hogar de monjes budistas que establecieron allí su monasterio, aprovechando la desconexión natural con el mundo exterior que ofrecía aquel paraje.
Un palacio fortificado
Pasó el tiempo y el concepto de monasterio desapareció por completo, pero la cumbre de la Roca del León no se quedó desierta.
Alrededor del Siglo V, este destacado lugar llamó la atención del rey Kasyapa I, que buscaba un lugar estratégicamente privilegiado para construir una gran edificación que fuese inexpugnable. Finalmente, construyó en la cumbre de la Roca del León un gran palacio rodeado de bellos y frondosos jardines y bien fortificado que hizo a su vez de residencia y de atalaya defensiva frente a diversas amenazas.
La razón de su curioso nombre
El lugar es una de esas bellas casualidades que, de vez en cuando, nos regala la naturaleza. Hablamos de un imponente montículo rocoso que se alza en mitad de una frondosa vegetación y asciende a una altura que ronda los 200 metros.
Curiosamente, la silueta de este montículo (con un poco de ayuda por parte de nuestra imaginación) dibuja la figura de un gigantesco león tumbado, lo que llevó a la gente a conocerla por el nombre de Roca del León. Con la figura de este llamativo animal en mente, se talló en su base de piedra dos enormes zarpas que dan la bienvenida al viajero que se atreve a enfilar los escalones que ascienden hasta su cima.
Todo un Patrimonio de la Humanidad
La Roca del León de Sigiriya es todo un espectáculo para la vista. Rompe con el escenario donde está ubicada, imponiéndose a todos los árboles que la rodean, y las ruinas que allí se encuentran están consideradas unas de las más antiguas de Sri Lanka, mostrando la grandeza que tuvo el lugar en tiempos pasados.
Estas características tan especiales llamaron la atención de la UNESCO y, tras un concienzudo proceso de selección, en 1982 decidieron nombrar a la Roca del León de Sigiriya Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.
La Roca del León en la actualidad
A día de hoy, la Roca del León de Sigiriya es considerada una de las atracciones turísticas más importantes de Sri Lanka. Miles de personas se dan cita a los pies de las imponentes garras felinas que franquean las escaleras, suben para descubrir las ruinas que descansan en su cumbre y disfrutan con las vistas que allí se encuentran.
Este imponente paraje es uno de los imprescindibles para todo viajero que se anima a conocer la historia y la cultura de la misteriosa y bella isla de Sri Lanka. Maravillarse al encontrar este histórico tesoro natural alzándose entre frondosos bosques y recorrer los pasillos de lo que fue un gran palacio-fortaleza es toda una VIVENZZIA. Vívela de cerca en nuestra salida en grupo a Sri Lanka.