En la zona norte de Vietnam, rozando la frontera con la vecina China, se encuentra la bella Bahía de Ha-Long, una amplia extensión de agua e islotes que ronda los 1500 km² y que constituye uno de los parajes naturales más espectaculares de Vietnam.
Más que una simple bahía
La Bahía de Ha-Long se compone de una vasta extensión de agua que ronda los 1500 km², como hemos mencionado antes, caracterizada por un conjunto de islas e islotes que emergen del lecho marino creando un serpenteante recorrido que bien podría ser un laberinto.
Este grupo de islas monolíticas se encuentran en el Golfo de Tokín y cada una de ellas tiene una característica cima adornada con una espesa vegetación selvática. Así pues, las aguas color turquesa, el gris de la roca escarpada y el verde que corona las islas dan como resultado un escenario de contrastes que atrae a miles de turistas año tras año.
Cada islote es un mundo
En cuanto a los islotes, un gran número de ellos son huecos y disponen de enormes cuevas que hacen las delicias de los turistas más aventureros.
Una de las más destacadas es la Cueva Dau Go, conocida por sus impresionantes grutas llenas de espectaculares estalactitas y estalagmitas. También cabe destacar Sung Sot, una gruta bien acondicionada que nos regala grandes galerías que gustará mucho a los amantes de la espeleología. Alrededor de unas 900 islas tienen nombre y cada nombre se puso a raíz de sus curiosas formas, encontrando así las de Gallo de pelea o las Rocas que se besan, por citar un par de ejemplos.
También podemos encontrar vida en ellas: desde innumerables tipos de peces y aves hasta monos e iguanas, entre muchas otras especies, hacen su aparición por esta bella bahía.
Dragones y laberintos
Cuenta la leyenda que la Bahía de Ha-Long se creó gracias a un motivo divino.
Hace ya muchos, muchos años, vietnamitas y chinos mantenían una violenta guerra tras la invasión por parte de China de Vietnam. Cuando todo parecía perdido para los vietnamitas, sus dioses decidieron tomar cartas en el asunto y enviar una familia de dragones para que ayudase a defender la bahía.
Estos legendarios animales, en lugar de escupir fuego, escupieron enormes joyas de jade que cayeron por toda la bahía, originando así un laberinto de piedras natural que ayudó contra dicha invasión y que aplastó algunos barcos chinos. Gracias a su aparición, Vietnam resistió el ataque y se da una razón a que las aguas de la bahía tengan ese sutil color verde turquesa tan característico del jade.
Patrimonio Natural de la Humanidad por la UNESCO
Es tal la belleza de las islas monolíticas y de la propia bahía que la UNESCO quiso declarar este lugar como un nuevo Patrimonio Natural de la Humanidad, hecho que ocurrió oficialmente en 1994. Pero los títulos de la Bahía de Ha-Long no se quedan ahí, ya que se la consideró como una de las Siete Maravillas Naturales del Mundo dado el conjunto de flora y fauna que la rodea y el imponente paisaje que muestra a cada viajero que la visita.
Como habéis podido comprobar, la Bahía de Ha-Long es todo un regalo de la naturaleza y disfrutar de sus impresionantes vistas es toda una Vivenzzia para aquellos viajeros que decidan descubrir el interesante país de Vietnam.